lunes, noviembre 27, 2006
volver a nacer (o resonando el humano)
¿y quien nos dijo sino los seres mas de desconfiar, los que nos formaron en la senda del señor, patrón abría que agregar, que la muerte se vive a diario y que debemos prepararnos para ella?, cuando la verdad es que también, en honor a la verdad nacemos a diario, como en la contención de la rabia al momento de cantar el cumpleaño feliz, como en la garganta doliendo de no decir y el contrario de nuestros cuerpos sanos de tanto decirse cosas (1ª lección mi amor).
Y como negar que hemos vuelto a nacer, y esta vez mellizos en la oscuridad de la Juan Edmundo González, casi al filo del nuevo amanecer, entre vidas nuevas y caso omiso, de ese que peñi la tiene clara, de ese que solo habitante de la tierra conoce su espíritu, de ese que se anula con el estudio chileno de la vida y cosmovisión, de la luz saliendo y volviendo al suelo cada vez que escupes la rabia de tu reclamo, como no se ha de volver a nacer, si la muerte te liquida rápida y fugas, al arrebatarte certera de una emoción incontenible, en el rostro honesto de los que saben descubrirte.
Agradezco el parto nuevo de domingo agonizante de la pena de separarme de su piel, a los seres hermosos y tu nueva piel entre mis manos.
Buenas noches.
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1 comentario:
Ayer, después de un “play” Te escuché
Hoy, después de un “enter” te leo
ojos implorando piedad y justicia
la muerte
el nacimiento
el dolor y la impotencia
tu mano tibia sobre mi pierna fría
me conecta con nuestra felicidad
que no debo olvidar
a pesar de todo y sin ningún pesar
nacemos vivimos morimos
te escucho te leo te siento
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