lunes, enero 30, 2006

Vivo acá, desde temprana edad


Siento el fuego de la voz cada vez que nos hacemos volubles al manto dejado por el humo de nuestras conciencias, vamos limpiando en este ritual del viaje hacia el interior de nuestros embrujos. No hemos rendido mal la prueba, pero ya sabemos que el camino a Cerro viejo es largo, nos detendremos en los pozos para dejar pasar los males por sobre nuestras cabezas, no intentaremos escapar, porque donde vayamos seremos vistos (la felicidad también tiene olores). La fogata ya no nos protege de los espíritus, somos ellos en el viraje amplio de nuestros cuerpos abandonados al recuerdo, ¿vas tomando nota de las rutas de acceso?

Quizás en vivo siento la fuerza de tus guitarras, sean de palo o metal, las violas suenan al ritmo de tu salto en el tablón, de barra marginal, tus mocos que caen por tus mejillas pecosas para decirnos en el canto masivo de los festivales de rock, que no somos marginales ni marginados, que debemos bajar al estado de tus estados, que no estamos para resolver la lucha de clases, la que Luis Emilio iluminó, que a penas somos monigotes del sistema intentando perpetuar la reveldía, que el decreto nos encuentre confesados, y que a la luz de nuestras sonrisas, garabatos y modestas emociones, vamos acompañando este camino por el Bello Barrio, marginal de grifo de verano, con todo el respeto que nuestra ironía nos permita.

PLANETA SUDAKA, vivo en vivo, no hay prueba de sonido, el futuro por delante.

2 comentarios:

librakaur dijo...

y ahí estás...suave
afirmándome las manos
retrasando
o simplemente
impidiendo...lo

gracias

un “finde” más

librakaur dijo...

quiero hablarte al oído...abrázame?