lunes, enero 09, 2006
Otra vez una mujer llamada Ramona
…y muere la Ramona, que en altos cargos de dignidad se hizo frente, y con su metro cincuenta de integridad gobernó contra el sistema “inmodificable”, mujer de la historia, mujer con los ovarios justos y necesarios en estas etapas de optimismo de lo mismo, al que aun nos resistimos, al que de reojo aun vemos pasar por los terrenos del descaro, al que en forma desesperada nos negamos en salvaje desespero patrio. No nos vamos a engañar, lejos estamos de esas montañas del sur de Méjico, lejos en la distancia desde cualquier punto de medición, no encontraremos en los caracoles democráticos ni un personaje ocupando su cargo público para “hacerle” la campaña a cualquiera de los dos neoliberales que nos tocan. Por que la selva lacandona hace rato aprendió que el juego ya no es con las sutilezas del mercado, más bien tiene que ver con la actitud política de los explotados, de la aceptación irrestricta de los puebles originarios, de la actitud irrestricta de tolerancia a las diferencias de genero, de las libertades a las opciones sexuales, del trabajo libre y organizado a favor de los pueblos, de la concreción de los sueños en definitiva.
Hoy te nos vas Ramona, compañera, pero hoy mismo nos dejas con tu cara digna y mirándonos entera a los ojos para decirnos que ser mujer no solo tiene que ver con genitales diferentes, sino a la vez la fuerza pujadora de las luchas por el hombre, el ser humano
PLANETA SUDAKA, “ni bruja ni virgen, ni madre, ni esposa: solo mujer”
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