lunes, enero 23, 2006

El nuevo orden de la mente sin uso o el mismo recuerdo repetido


Acabo de terminar de leer mi expediente, ahora casi lo recuerdo todo, y resulta que al parecer nunca olvide nada. Escondido en mis humillaciones, me salvé de mi destino, no voy encontrando pruebas de tu existencia, pues ya te tengo conmigo, eres nueva, pero te conozco desde siglos, no me he reconciliado contigo, puesto que de nuevo en un nuevo intento por no renunciarte, te atrapo con el aliento de mi propio sudor, ese que nunca mas volviste a olvidar. Nos encontramos en la belleza de nuestros olores nunca absorbidos, porque al controlador nunca le hablé de ellos al solicitar borrarte, de tanto llanto ya no lo consigo.

Y de ahí todo el resto, ¿recuerdas cuando el año seis usábamos chalecos?, yo por el Evo, tus por los olores míos, ¿y recuerdas a la primera presidenta mujer, cuando los indios de los caracoles ya gobernaban sin sexo?

¿Te recuerdas los faros encendidos a las 5:37 de la madrugada?, tu recogida en un rincón de mi cama,
- venga, no pase frió, ¿ya volviste a recordar el olvido?, no llores amor mío, sigo a tu lado desde los siglos.

Y ya nos pasamos la vida de nuevo, ya nos toca separarnos un ratito, pero ya no nos preocupamos, en la humillación, en el vértigo de los abismos vamos escondiendo el camino, nos hacemos futuro en la lucha de cada día, que es una vida entera de mundos asistidos. Venceremos mi amor, vierte el agua de la clara fuente sobre tu rostro de arrugas bellas, ya llegamos al final del camino: enteros, íntegros, un poco más viejos y mas gastados, pero ya sabemos con los cuerpos prestados en un suspiro.

Volvemos jóvenes en esta América morena, si me lo permiten: ¡mar a los bolivianos!, que se pudra el del norte, que cosechemos con los vecinos, que nos rayen la cancha, si no somos capaces los de este lado del camino.

PLANETA SUDAKA, a usar chalecos antifascistas, los morales del nuevo orden.

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