martes, febrero 14, 2012

proa hacia un destino

… y como si fuera, en realidad siendo una visión clara y aterradora, la menor de la mesa (4 años) pide explicaciones de porque celebrar el día del amor, contando con: un matrimonio “bien avenido” (o sea años de sumisión mutua), una viuda, una separada en dos ocasiones (sin hijos), una separada con hija y una separada con hija y pareja (pero sin la pareja en la mesa). Y nadie de los adultos ahí presentes pudiendo explicar sabiendo que, seguramente, el ridículo es casi seguro, casi todos optan por no decir nada, excepto una de las hijas de 10 años y la separada con hija que está medicada, y con el pisco sour que se está poniendo se le suelta la lengua y explican que ¿Por qué no celebrar?, ¿que acaso hay que estar en pareja para hacerlo? ¿Y quien dijo que todos están celebrando?, etc.

Me aburre toda la sincronía tierrística, porque me da la certeza de estar en mejor territorio que el cotidiano, al que seguramente y exacerbado por la ridícula fecha (san cobardín del amor), no se querrá volver completamente; como si tuviera 10 años y llegando fines de febrero la alergia de volver a la escuela, porque seguramente volverían los vómitos de las épocas de exámenes, volverán los correazos en la piel que mi madre me dará por no ser la hija perfecta que debo ser, por ese odio que no logra salirme y que tu, mi minito porteño, no tiene porque contener

Y sin embargo ¿podríamos decir que no fue el amor que enseñó a la millaranca a remar?…

martes tierra magnética roja, territorio mapuxe lafkenche

2 comentarios:

librakaur dijo...

solo amor...yo se

:-" dijo...

amor, si. pero si no es del mismo amor valentino tendremos qe imaginar kómo chucha llamarlo .. y mas y mas formas de hacerlo, de hacernos

hemos de afinar técnicas para el degenéro tal kmo se van afinando para remar

x eso no se espera. se hace, se late, se invoca, se potencia, se re-krea; no se espera ni llega pork no es un tren ni un dios ni un bien.

r e m a r e m a r e m a r r r y ronronear
pulenta la mi
la mi y el di