… si el rigor de estos textos existiera, y el motivo de éstos fuera testimoniar el día, habría que hacer por lo menos 3, a saber:
- mañana con viento desprolijo en su dirección, su intensidad, bote de goma, lago alborotado, antillanca y millaranca los marineros de abordo,
- subida en solitaria, a un cerro de unos 1000 metros , sin caminos, algunos senderos, bosque nativo, que cada vez me atrapa, me abraza, me envuelve, y,
- una ñaña pehuenche, de unos 70 años, en casi la cumbre del cerro de araucarias, buscando medicina, no queriendo decir donde está la ruka, porque obvio: cientos de años en que se los han cagado, diciéndome que hay que irse pronto porque se viene una lluvia fuerte, que los volcanes están enojados, que hace mas de 1000 años que esa corteza de araucaria que tengo en mis manos nació, que hace siglos hubo una gran erupción masiva de volcanes.
Ahora es de noche y llueve como solo aquí llueve, torrencialmente, con relámpagos, truenos, con una sinceridad de lluvia de cordillera que nos aísla, nos incomunica a ratos, pero por sobretodo, nos lava…
Viernes sol autoexistente amarillo, territorio pehuenche
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