lunes, noviembre 27, 2006

volver a nacer (o resonando el humano)


¿y quien nos dijo sino los seres mas de desconfiar, los que nos formaron en la senda del señor, patrón abría que agregar, que la muerte se vive a diario y que debemos prepararnos para ella?, cuando la verdad es que también, en honor a la verdad nacemos a diario, como en la contención de la rabia al momento de cantar el cumpleaño feliz, como en la garganta doliendo de no decir y el contrario de nuestros cuerpos sanos de tanto decirse cosas (1ª lección mi amor).

Y como negar que hemos vuelto a nacer, y esta vez mellizos en la oscuridad de la Juan Edmundo González, casi al filo del nuevo amanecer, entre vidas nuevas y caso omiso, de ese que peñi la tiene clara, de ese que solo habitante de la tierra conoce su espíritu, de ese que se anula con el estudio chileno de la vida y cosmovisión, de la luz saliendo y volviendo al suelo cada vez que escupes la rabia de tu reclamo, como no se ha de volver a nacer, si la muerte te liquida rápida y fugas, al arrebatarte certera de una emoción incontenible, en el rostro honesto de los que saben descubrirte.

Agradezco el parto nuevo de domingo agonizante de la pena de separarme de su piel, a los seres hermosos y tu nueva piel entre mis manos.

Buenas noches.

lunes, noviembre 20, 2006

el flujo de la voz



En realidad los constantes códigos de que algo se debe hacer con la realidad, de los vínculos logrados a partir del camarín grato de la convivencia ricotera, la que se asemeja, la que se acerca a los encuentros vividos en pasajes de cajas, el liar de pitos verdes, la pinza cuma de labio humedecido y por fin el milagro ahí, en medio de la noche oscura de las quebradas encontradas después de la operación, o en la complicidad calladita de compartir (con hada incluida), los sueños y milagros necesarios para poder vivirlos. ¿Recuerdas?, solo ayer en esta gran masacre del puticlub, ese eterno Valparaíso quebrado el día que en este país los milicos golpearon al pueblo.

Si, hablo de la Susan, del Redo, del Neco, de la Hada. De la Sayo. De las noches en demás para comportarnos a la altura de las perdidas circunstancias, cuando hemos venido preparando el retorno a la democracia al son de los pitillos y el vino negro que envenena nuestros corazones, para quedarnos dormidos miles de años hasta que un príncipe encantado soluciones nuestra falta de oportunidad.

Pero también hablo del sábado pasado en la cárcel (que algunos llaman ex), y de los rostros de muchos de los que sobrevivimos y que, claro está, autoreferenciamos los muertos ya que no están, porque ni siquiera banderas de lucha son, y acarreamos barreras divisorias para controlar nuestros cuerpos, y nos abrazamos desnudos, estúpidos, vergonzosos, pero con las manos limpias (hay excepciones).

Del triste funcionario policial-productor, ya habrá tiempo de hablar.

Buenas noches

lunes, noviembre 13, 2006

trilogía de una limpieza de sangre


El antibiótico tres me terminó de enfermar. La limpieza nunca ha sido nuestro ambiente, sería como sanitizar el 7 machos. La libertad de limpiarse, sin la desfachatez de emigrar a tierras más higiénicas. Cuando algo de eso nos ha sucedido, tendemos a envenenar nuestras venas, el sol escondido y neptuno (no tengo la menos idea de porque dije eso). Abrir y cerrar los ojos, con el malestar fasho de adormecer nuestros rostros agripados ¿Sabes lo que me recuerda altiro? Que pa’ Vietnam el fascismo yanqui tiraba gripe a las tropas de los vietnamitas, así pues de orientales agripados el invacionismo imperialitas del estado judío de EEUU, nos ha seguido enfermando, de química pura en el rota virus, y de política económica el estrés.

(descarto el pueblo norteamericano, como dijo Silvio)

De amor puro mi riqueza de tenerte, en el vientre puro de mi estrategia, ahí sintiendo el puro estupor de la inmensidad de sostenerme, aun en el rigor del tiempo, ya no somos los mismos de hace un año, en la cara se nos nota, en las canas que hemos logrado, en el descubrimiento cada vez mas claro del verdadero suceder, de la siniestra traición al espíritu de ellos mismos, que al final que nos queda sino la embriaguez de saber una vez y otra vez más, que teníamos razón. ¿Qué teníamos razón?, ¡que tenemos razón, puta la gueá!, si en infinito a cero, sabemos que por descuido del señor, ha llegado el que no tiene tiempo, el diablo mas feroz, el diablo más veloz.

Ya sabemos que fue él quien nació en Belén, ya sabemos que los reyes magos vinieron del Vietnam libre, y el estupor de muchos vaticanos, tratando de apolillar tapando la luz.

El maldito gusano le decimos: no hemos sentido tu efecto.

Buenas noches.

domingo, noviembre 05, 2006

fundir la inmensidad


Creo que requiere más que mi atención, y esas llaves abiertas, con lagrimales al despedirse, sin que nunca jamás signifique el abandono. En ambos casos se sabe, se manifiesta en gestos y actitudes, de esas que uno pudiera imaginar, como que si el desenfreno del amor fuese pecado: ¡Nada de original!, cuando en esta época ya nos disponemos al salto final, sin que eso signifique el abandono, se reitera.

Y en esta cueva de lobos empiezo mis escritos terminando el 2006, como compilando las memorias para que marzo próximo signifique nuevas caserías de cazador cazado y nos dispongamos al simulacro patrio de la rebeldía de vuelta de vacaciones (bien merecidas agregará el funcionario).

No nos vamos a imponer las novedades a detallar, si ni siquiera sabemos a lo que hemos venido, como si la santidad fuera beneficio de pecadores y los peces fueran el alimento de este hastío. No vamos a salir arrancando de este bosque, en que las cruces de las ánimas que protegen la visión nocturna de tu talento, ese que sacas a relucir cada vez que inflas el pecho de loba en celo de los que solo podríamos nosotros, nena, solo nosotros podríamos darnos. Ya tuvimos el orzuelo de tercer ojo, solo nos faltará ver las flores por abajo.

Buenas noches, versión inicial, derrotaremos la primavera, hemos venido a joderte la pita, en lunes que mas estelar que tu y yo rodeados de vino.