Quiero estar entre tus cosas

Y como somos malos perdedores, la rabia del rock and roll será nuestra excusa, para poder patear tranquilos los traseros de la historia, que sigue siendo escrita por las murallas del olvido, con capas y capas de pintura, como si removerlas fuera posible, no nos dejamos invadir tranquilos, solo que nos vamos despojando de las crueles heridas por esas manos que aun me rozan.

Como no podríamos ir escribiendo pornografías como Bertoni, si solo con mirarte me basta para cualquier intento de traspasar mis propias fronteras, dicho sea de paso: ¿tienes que hacer? Rara vez había asistido a tal ausencia de inspiración, la fama me precede, y aunque le eche la culpa al agua turbia, ya no podré ir liando chiquillas como antes, no por obligatoriedad, no por falta de oportunidad (Dios me libre), no por triste lejanía, solo por convicción. Como ayer en la urnas al comprobar la rabia y el deseo sumiso de avanzar en la concreción del sueño.

Nada mas equivocado que un vulnerable, ese que te habita y que hace hasta de tus tardes de domingo una concreción de tu libertad, esa que en base a esta nueva verdad, fuimos construyendo ya hace siglos. No lo digo en sentido figurado, sean advertidos.

Solo la muerte de frente a nuestros ideales, nos hará evolucionar, todas las otras... parafernalia, aliños de reparo. La diversidad aplanadora de los colores, no queremos tu diversidad de iguales, ¡blanco y negro!, diversidad de las razas, grises somos, la gama de los seres, el carnaval de la muerte nos lleva al infierno de los vivos, una pa los vivos,

PLANETA SUDAKA, no ajustes los colores de la pantalla nena, esta vez los haremos en blanco y negro.