lunes, diciembre 18, 2006

¡hoy no elijo!


Desde que punto me incluyo, si en este terreno hostil me voy quedando dormido, sin culpas ni embargos que me acechen, para que con luz dorada , me vaya a la chucha de una vez por todas, con ustedes dos por supuesto, en la vida y en la muerte. Y plantear el abandono desde la lealtad, sin el estupor de verme vigilado, descubierto y desmenuzado por los ojos insidiosos de la insipidez, y la ventura dibujada sobre pulgas de mar, bajo la marejada que borra las huellas para escapar de los insectos que juegan al antifascismo, sirviendo al capital.

Hoy no elijo, dejo que con tu dedo pequeñito me indiques el camino a seguir, dejo que con tu hipermetropía me indiques donde se encuentra la luz, y seguir a ciegas tus indicaciones, siempre certera y veraz, viniste para ser tu propio camino, sin muletas, como yo, sin muletas, como papá, sin muletas, como mamá, sin muletas, como casi todos los anteriores a ti, que buscamos dentro de todos los vicios la solución a la pena, que tu sabes como aceptar. Llanto, ahí, lagrimal despejado, subiendo cual salmón, contra la corriente de las lágrimas para centrar en la razón de mi vista nublada para aprender a ver.

Hoy no elijo, solo me dejo llevar hasta Miller y caer, desde el borde del precipicio, caer, seguro que estaré en tus brazos, aunque sea solo por hoy: te lo pido.

Buenas noches

1 comentario:

Cristy dijo...

que bueno ver tus certezas...me gusta sentirte así....besos y abrazos para todos...(lo siento ya no te veo sin los tuyos...)