lujo

Hoy por hoy, aunque aplicable a cualquier presente, me doy el lujo y no me baño para tu placer, hoy es hoy, el presente de los lujos lujuriosos y me dejo mirar, para que pálpito de tu mirada de en el blanco y sometamos la voluntad al placer de los placeres, en navidad, en regalo de cuatro estaciones, en el poderío de nuestras temperaturas equilibrándose, haciéndose necesario.

Hoy, como la costra de la Milla, salamos la heridas y salimos mejor, piel de la piel, a relucir nuestros tatuajes al sol. Hoy breve y directo me acerco a tu piel de la piel, que ya no necesitamos para enfrentarnos pues somos vencedores en nuestro propio territorio mi amor.

Buenas noches

¡hoy no elijo!

Desde que punto me incluyo, si en este terreno hostil me voy quedando dormido, sin culpas ni embargos que me acechen, para que con luz dorada , me vaya a la chucha de una vez por todas, con ustedes dos por supuesto, en la vida y en la muerte. Y plantear el abandono desde la lealtad, sin el estupor de verme vigilado, descubierto y desmenuzado por los ojos insidiosos de la insipidez, y la ventura dibujada sobre pulgas de mar, bajo la marejada que borra las huellas para escapar de los insectos que juegan al antifascismo, sirviendo al capital.

Hoy no elijo, dejo que con tu dedo pequeñito me indiques el camino a seguir, dejo que con tu hipermetropía me indiques donde se encuentra la luz, y seguir a ciegas tus indicaciones, siempre certera y veraz, viniste para ser tu propio camino, sin muletas, como yo, sin muletas, como papá, sin muletas, como mamá, sin muletas, como casi todos los anteriores a ti, que buscamos dentro de todos los vicios la solución a la pena, que tu sabes como aceptar. Llanto, ahí, lagrimal despejado, subiendo cual salmón, contra la corriente de las lágrimas para centrar en la razón de mi vista nublada para aprender a ver.

Hoy no elijo, solo me dejo llevar hasta Miller y caer, desde el borde del precipicio, caer, seguro que estaré en tus brazos, aunque sea solo por hoy: te lo pido.

Buenas noches

¡hizo perro muerto!

¿y ahora quieren respeto, cuando con voz burlona decía que se habían ahorrado tumbas?, cuando mandaste ejecutar militantes, bajo tus ordenes (ex) milico, que ofendías a mi abuelo en tu condición de militar, él ya te degradó. Exíliate en la espesura del limbo, vaga eterno en la mierda que se te devuelve.

Respeto por la familia piden, la cómplice, la aun no juzgada, la que quiere hacer del dolor una causal de amnistía, no se desanimen, podrán seguir defendiendo la figura del dictador, en tribunales los esperamos, para ver si por lo menos ustedes no se acobardan como el asesino, y enfrentan la derruida justicia chilena.

Piden respeto como lo tuvieron con la muerte de Gladys Marín, perdónenme y con esto termino porque la sangre se me hierve, pero la izquierda chilena no tiene ni un solo militante, oigan bien, ni uno solo que pueda ser o haya sido acusado de asesinatos de estado, de asesinatos, de tortura, de violaciones, de robo, de abusos, por favor, guardemos las proporciones y sigamos dando su merecido a esa clase, que aun no termina de entender cuan distintos somos a ellos, a celebrar la muerte del genocida. Barata la sacó.
Buenas noches

rapiñando containers

Creo en el destino iluso de la coincidencia fantasmal, te besé y aún no llegamos al dormitorio, escuchamos creo y mendigamos a esa luna llena de ahí fuera, de la perra y la redonda (de ricota), nos iremos viniendo a vivir juntos, ¿crees poder captarlo? Toma este papel y sécate la lágrimas, sentiremos en las respiraciones sincronizadas detallando en el empeño etéreo del icono devastador de sueños, nada es semejante a ti en el tugurio de la deslealtad.

Del estiércol al cadáver en sensatez de luz eterna, púdrete en el cielo debiera desearte, pero ya sabes la muerte del descanso aun no termina de adormecerte en el discurso difuso de los partidarios, y en el devenir eclesial de quienes te odiamos, en el pésimo sentido de la palabra, sin apreciar abuelo que has ideado la división en la vida eterna de este raquítico país. En la verdad inédita de consolidar esquizofrenias de apuro, sindicando el territorio de tu muerte que ahora viene a cobrar la espesura de tu traición.

No retrocedemos quiltrafa, ni en el afiche retirado por tu desesperada realidad, de estómago encogido y descomunal, de la cara de palo siniestra al momento de la locura, como si hacerte terco en tu aeropuerto de aviador que no sabe volar, jugando a reestructurar la tribu que no necesita de tu crítica al momento de existir y que no dejará de hacerlo por tu capricho de sobrevivir, la lealtad en la autogestión es la clave del comarcal organizado.

Buenas noches.