Vamos armando nuevos escenarios de poder, el desatino controlado y toda la nueva “pomá” del don y esas manos. No nos conmovemos con nada, y seguramente el nuevo rol será el mismo viejo, pero con el brío del “comienzo de una historia sin saber el fin”, vah!, que gracia es adivinar si ya nos hemos aprendido de memoria que la brujería no es solo cosa de magos. Y la inocencia de todo orden lógico se va estableciendo sin cesar, al son de las nefastas cúpulas de fuck you, para alianzar, para negociar, para preacordar. Honk Kong nos da hoy la lección, los pueblos indígenas del sur del río Maule, esos de conocer a pié nos da la lección, el puerto con sus dársenas bluseras y fábricas administradas por obreros en barrio del vecino que también entiende la autodefensa de la soberanía llamada Sanon, Festo, etc.
La independencia vecina y la nuestra local, en este levantamiento en lugar de guillatunes, de pases, se la volá entera de a pedazos de soñar “que la luna estaba en mí y yo giraba con ella”.
Como no saludar, en esta semana encantada por la onda de tu visión bella, con la luna de por medio, para llegar a la razón de que los que somos, somos los precisos, los preciosos de este corazón llamado a la tertulia. Gracias por no tener nada que contar, y decírselos todo. Y a ti ¿Cómo no?, el motivo para tener que contar, sin duda tu habla hoy resuena más firme para mi, escucho, pongo atención, sin esperar nada más que tu señal. Dos viajes al norte, no se cuantos más, sin duda el definitivo partirá por el sur.
PLANETA SUDAKA, la independencia, la lucha de resistencia, la resistencia al poder. No somos ni la sombra de lo que necesitas para sobrevivir.
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