Agazapado espero hacerte la emboscada, canarito concertacionista

Escucho una y otra vez tu discurso vacío, sin siquiera la gracia retórica de tu antecesor Masón, sin siquiera pudiendo ser condescendiente en el tiempo dedicado a tu retrograda demagogia, y así los frescos de raja se atreven a colocar adjetivos caribeños a los centroamericanos sabrosones y rumberos. Ni un centímetro de tus caracteres redactados para el pueblo mapuche, y tu nula visión de mandatario (porque el femenino deshonra tu genero nena), tu escasa visión de madre, tu escasa sensibilidad de doctora, no te indujeron las palabras comprensivas a tu pueblo adolescente, sin duda una falta mamita que no le vamos a dejar pasar.

Por eso nuestra misión sigue siendo marchar, caminar como el pueble inagotable lo viene haciendo desde siempre, ya sea que bajemos a Iquique a demandar mejorías, ya sea que bajemos a Rancagua a demandar mejoras, ya sea que salgamos a la Calle Pedro Montt a demandar mejoras, ya sea que nos encontremos en la alameda sin delicias a compartir una pileta exhaustos, para luego hacer moneas para la chelita que nos permita seguir planificando un futuro. Pero además nuestra nueva forma de ver la organización debe ir de la mano de la autodeterminación de los gremios, de las organizaciones vecinales, de las organizaciones deportivas, de nuestras facultades, centros de alumnos, colegios profesionales, para que el día de mañana estemos en condiciones de sentarnos a exigir, bajo la mirada atenta y temerosa de nuestro derruido sistema capitalista, a indicar como conduciremos el proceso de los cambios, que ya está claro, no vendrán por el lado de nuestra primera presidenta mujer, ni por nuestro gobierno socialista, ni por las mesas de diálogo llamadas a desarticular el débil movimiento, a esta altura agripado movimiento social.

PLANETA SUDAKA, aniversario numero 1 de esta intolerancia nocturna de frívolas caminatas.