Faltaba un mes para la revolución uniformada ( o la marcha de los pingüinos)

Me levanto en semana de muchas fomedades a la que las rutinas capitalistas nos tiene anestesiados, cuando entre fierros retorcidos de tanto cadáver en la carretera concesionada, los vemos salir de las calles, escuchen bien, estamos hablando del 2006, después de que casi todos los asesinos de nuestros padres están libres, a pesar de que casi todos los duros de nuestros pasados miristas, comunistas, mapus, y todas esas mierditas izquierdosas que nos llevaron a detestar y no celebrar tu gobierno PATRIO, en esa realidad tan charcha: EL CAOS, y su consigna de poeta adolescente, y su cántico secundario pero de primera fila en el combate de nuestros adolescentes sueños, que a esta altura solo adolecen de tu presencia.

Y así, blusas, jumpers, chaquetas, salidas de canchas, de cualquier forma nos uniformamos para ser todos secundarios, para levantar la bandera y dejar caer el palo en tu cabeza de troglodita gobernante, para decirte como una vez también los hicimos, que no nos convoca el odio, que nuestra lucha es justa, y con el amor de la rabia que me permite escupirte porque ni si quiera me das la cara con tu placa paco, te encapuchas en tu anonimato, pero no me importa, porque estoy acá por amor y ya se que debo gobernarme porque tu sectarismo adulto, adultero e irrespetuoso. No me provoca más.

PLANETA SUDAKA, taparse la cara con la polera, el corazón siempre de frente, la fuerza en el brazo que lanza la piedra de la verdad.

Agazapado espero hacerte la emboscada, canarito concertacionista

Escucho una y otra vez tu discurso vacío, sin siquiera la gracia retórica de tu antecesor Masón, sin siquiera pudiendo ser condescendiente en el tiempo dedicado a tu retrograda demagogia, y así los frescos de raja se atreven a colocar adjetivos caribeños a los centroamericanos sabrosones y rumberos. Ni un centímetro de tus caracteres redactados para el pueblo mapuche, y tu nula visión de mandatario (porque el femenino deshonra tu genero nena), tu escasa visión de madre, tu escasa sensibilidad de doctora, no te indujeron las palabras comprensivas a tu pueblo adolescente, sin duda una falta mamita que no le vamos a dejar pasar.

Por eso nuestra misión sigue siendo marchar, caminar como el pueble inagotable lo viene haciendo desde siempre, ya sea que bajemos a Iquique a demandar mejorías, ya sea que bajemos a Rancagua a demandar mejoras, ya sea que salgamos a la Calle Pedro Montt a demandar mejoras, ya sea que nos encontremos en la alameda sin delicias a compartir una pileta exhaustos, para luego hacer moneas para la chelita que nos permita seguir planificando un futuro. Pero además nuestra nueva forma de ver la organización debe ir de la mano de la autodeterminación de los gremios, de las organizaciones vecinales, de las organizaciones deportivas, de nuestras facultades, centros de alumnos, colegios profesionales, para que el día de mañana estemos en condiciones de sentarnos a exigir, bajo la mirada atenta y temerosa de nuestro derruido sistema capitalista, a indicar como conduciremos el proceso de los cambios, que ya está claro, no vendrán por el lado de nuestra primera presidenta mujer, ni por nuestro gobierno socialista, ni por las mesas de diálogo llamadas a desarticular el débil movimiento, a esta altura agripado movimiento social.

PLANETA SUDAKA, aniversario numero 1 de esta intolerancia nocturna de frívolas caminatas.

La resistencia reside en la organización

Quien manda a que nuestras huelgas terminen, los mismos que mandan matar, quienes no quieren que armemos trifulca, esa palabra engaño que a tu institución le gusta ocupar, como otrora lo hiciera la dictadura, ahora tú y tu emblema de rock (eres el más satánico de todos, pero al final el diablo pasa la cuenta). Eres de los que quieren que mi pueblo rockero, punky y zaparastroso de libros vendidos a pié no deje de causar estragos, algunos ya te vamos entendiendo y solo queremos vomitar en tu cara. Te disfrazas de gobernador y solo estás para administrar nuestros placeres, si no, pueblo organizado tendrás, ese que resiste con corbata y blaiser, o a punta de chueca desde la reja instalada para tu territorio privado. Soy el guerrero, estoy aquí para incendiar tu casa, decirte pocas palabras y darte con todo el estilo de la organización popular, legado impuesto a punta de pendejos quemados, a punta de peñis encarcelados, a punta de estudiantes torturados, a punta de sedición antifascista, lúdica, tolerante y de clase.

PLANETA SUDAKA, fiesta señores, organización y movilización, salud, vamos a quemar todas las colas.

Autogestionar la rebelión popular, los fondos del estado no alcanzarán para tu boina, che.

Los recuerdos imborrables de la multicromia de los métodos piqueteros, los anónimos rostros de la clase encapuchada, saltando, tratando demoler la Cemento (Muerte a todos los Padres) y reinventemos todo de nuevo, a construir la alternativa, que una vez más hasta los que se autoimponen la representación de los proletarios del mundo ya están del otro lado, porque en Chacaritas o Merlo, Puertas Negras o Montedónico el pueblo no está organizado al ritmo de tu rockanroll.

Se inicia todo de nuevo, somos menos esta vez en la marcha a Plaza de Mayo, pero la bola crece, al final tampoco necesitamos a los que solo les interesa el poder, ¿me escuchan estudiantes universitarios? Si hasta los secundarios sobrepasan tu sectarismo partidista, ahora es la hora, en la que somos todos explotados, con rabia te disparo a la bandera roja y amarilla, a tu bandera con la mitad negra, azul, o verde, me da lo mismo, son todos unos hijos de puta, también hay que matarlos a todos ustedes.

Y ahora Madres, ¿que les ha pasado?, tremendo papelón, compraste la memoria de tu hijo, estás en la misma vereda de los que explotan, saldrás a la calle por última vez de patitas por delante, nos vamos al carajo pero nos vamos dignos, los que seguimos autogestionando las ideas, los que aun no aceptamos tu compensación a cambio de mi silencio, los que escribimos de valientes al peo para ver si por lo menos caemos al patio 29, sin olvido, sin perdón, sin sentarnos en la mesa de los que comen sin chorrear.

PLANETA SUDAKA, la barricada piquetera, la que sale de su escondite para cagarte a trompadas.

Arriba los indigentes del mundo

Si bastara con decirte Luis Emilio y a los locos se les debería encender la ampolleta, como si la contraseña no fuera más que obvia y cliché, pero de nuestra raza, al fin y al cabo no estás en los pechos de las poleras de los que se creen alternativa posible.

Si a fuerza de caños nos fueramos poniendo rojos, aunque sea de tanto aguantar el aire, y de una vez por todas votaramos incluyendo tu estatua de viejo fome de la plaza que ya no es del pueblo, porque éste se encuentra paseando en el Mall.

Si del rigor de ser hijos de la clase explotada dependiera, a estas alturas Cuba solo sería la primera experiencia, Chavez hubiera estado en los potreros de la tabla y quizás las Calles dejarían de llevar nombres de asesinos del pueblo Mapuche, como formadores de esta gran plaza del egocentrismo latino racista y sectario, porque a estas alturas para que nos vamos a engañar, la proliferación de bolitas, cholitos, paraguas solo te viene a beneficiar para sentirte de raza "agria", esa de tu mierda de piel blanquita.

Saludamos a los que representan aun la clase obrera, la que no asiste al escenario de los actos de tu multitudinario sectarismo obrero, los obreros de las caletas de menores de edad, las minas que sin siquiera saber lo que es el genero, proletarizan el oficio mas viejo del mundo, y sin duda a todos aquellos que olvidamos, que no tienen la puta idea y ni les interesa que existamos para satisfacer nuestras propias existencias revolucionarias, esos que no importan ni siquera en la negociación colectiva, ni en la huelga legal, ni vivir mas allá de lo que terminemos de profetizar nuestras mentiras.

PLANETA SUDAKA, yo también dibujo en la arena, así la marea se encarga de no dejar huella.